Unas gafas que no tengan lectura pierden maravillosas oportunidades para sorprender a su dueño, y viceversa, unas letras que nadie pueda interpretar por culpa de no llevar gafas malgastan su riqueza pues quedan solas, muy solas. ¿A qué viene esto?, muy sencillo ...." familia y escuela están condenadas a entenderse ", una sin la otra no funcionan dice este interesante artículo que me pasa un compañero del AMPA. Podéis comprobar situaciones que tal vez no hayáis pensado antes y que os hagan reflexionar. Leeréis.. ¿Cómo avanzar hacia esta necesaria colaboración familia-escuela mediante esta nueva dinámica democrática? A título ilustrativo mencionamos diez puntos que afectan de lleno al porvenir de las escuelas... Cierto....creo que se puede hacer más por ambas partes. Cuando nos demos cuenta quitaremos la palabra "condenadas" que precede a "entenderse", es tan fea.